Anteriormente denominada Plaza Chiston y Plaza Vieja, tomó en Julio de 1924 el nombre del insigne pintor José Cruz Herrera por ubicarse en ella su casa natal.
Ha sufrido numerosas remodelaciones con el paso de los años, aunque conserva su forma original y la pilastra central.
Por su configuración y emplazamiento, la que una vez albergó los puestos de un mercado, lleva a gala el haber continuado siendo un punto de atracción de la población, convertida hoy en la plaza más acogedora y pintoresca del municipio. Rodeada por numerosas cafeterías, bares de copas y terrazas, es punto clave de la vida social linense tanto en las horas tempranas de la tarde como ya entrada la noche y sobre todo durante los fines de semana, en los que es punto de reunión de gran parte de la juventud linense.
